lunes, 24 de abril de 2017

Is that all you people think about?

Sant Jordi ha llegado en el mejor de los momentos. Llevo unas cuantas semanas mirando al mundo diferente, como asomándome entre las letras de una pregunta que no soy capaz de contestar: ¿por qué me habré construido como lo he hecho? 
Me encantaría cerrar los ojos y encontrarme sin hacer, en blanco, y dibujarme un montón de olas y aire para respirar. Espacio y tranquilidad. Sin nubes, ni terremotos, ni enredos pequeños dando vueltas en el aire, queriéndose creer enormes. Sin preguntas, sin ansiedad por saber a ciencia cierta de la imposibilidad de llegar a conocerlo todo; a leerlo todo. ¿Soy la única que se siente a medias todo el tiempo, por la cantidad de libros que acumula mi mesita, esperándome? Odio llegar tarde. ¿Se puede llegar tarde a un libro? 

Estoy absolutamente convencida de que con los libros uno tiene que darse prisa, uno tiene que dar en el clavo. Una de las cosas más bonitas de Gran Bretaña son, sin duda, las librerías. La cultura del libro, de los mercaditos de segunda mano, las tiendas encantadas con ediciones antiquísimas pero que aún se pueden leer, el entender de la importancia de la portada, el que las librerías sean lo último que cierra en esta ciudad. Hoy os quiero contar de todos esos flechazos que he tenido en estanterías y en manos que recomiendan letras; letras que recomiendan personas. 
1. Hacía un montón de frío y tenía cuatro libros en la mesita. No podía hacerle hueco pero tengo que volver a por él. Me miraba desde el fondo de un estante en Waterstones. Freya, por Anthony Quinn. La protagonista consigue entrar en la Universidad de Oxford en la Inglaterra de post-guerra y resulta ser una mujer atípica, totalmente fuera de lugar en la época. Por lo que he leído es un "hit or miss" pero ya sabéis que yo y los riesgos. 

2. Siempre he adorado los Haikus. Recuerdo cada palabra del Haiku que me inventé para el concurso de mi colegio hace ya un par de lunas. Cuando vi este poemario, lo necesité. Las ilustraciones me encantaron pero después del título, no hay más que hablar. Os contaré de "Is that all you people think about?" más adelante.

3. Una vez has entrado en el mundo Murakami, es difícil volver a salir. Leerle es ver como el mundo normal se va haciendo pequeñito. Su manera de ver las cosas lo cambia todo, te hace sonreír. La lista se ampliaría enormemente si os contara todos los que quiero leerme pero creo que voy a seguir con el último; De qué hablo cuando hablo de escribir. Quiero, sin duda, leer 1Q84 y After Dark. Creo que Murakami y el verano, el verano y Murakami.

4. Le envié la foto de este poemario (tomada a escondidas en Heffers) a Mireia cuando hablábamos de qué quería para "Sur Nostalgie". "Quiero algo que cuando pases por delante, pares, y te preguntes ¿qué habrá dentro?", pensé. El libro en cuestión es de Rebecca Watts, llamado "The Met Office Advises Caution" y qué os voy a decir, le tengo muchas ganas. 

5. Sylvia Plath. No creo que haga falta que os explique más. Ayer paseaba por Cambridge y en la librería de la Universidad vi "The Cambridge Introduction to Sylvia Plath". Me han recomendado mucho, mucho "Ariel" y cuando pienso en Plath me dan ganas de ponerla primera en la lista. ¿So-co-rro?

6. No tengo ni idea de cómo ni por qué pero Natalia Ginzburg y su "Y eso fue lo que pasó" se han colado en mi lista de necesitados y si alguien sabe qué hace aquí que me lo cuente, porque quiero resolver el misterio y leerlo. Sobretodo leerlo. (Tiene un prologazo).

7. La vida en 5 minutos, de Virginia Galvin, subdirectora de Vanity Fair. Porque yo no soy todo lectura espesa. De verdad que hay días (muchos) en los que agradezco que hayan libros pequeñitos con los que sólo sonreír. 

Tengo muchas ganas de libros de míticos aventureros, de gente pequeñita que hizo cosas grandes, hasta ganas de libros de amor (igual es el momento para Nora Roberts). Quiero libros que inspiren y encojan al mundo. ¿Me ayudáis? 







No hay comentarios

Publicar un comentario

Design by Serein Atelier