viernes, 23 de diciembre de 2016

Noticias felices en aviones de papel

Una librería minúscula con olor a sal. Un vuelo de vuelta pisándome los talones y muchas ganas de leer. Necesidad. La búsqueda del libro perfecto; una historia corta, intensa, de las que hacen descansar. Una historia que le suplica a tu mundo que deje de girar, un ratito, una página más.
Así me topé con "Noticias felices en aviones de papel", buscando enfrascarme en nuestra lengua, porque leer en inglés está bien, pero ¡qué placer no darle trabajo al cerebro si no alimento, leyendo como en casa!
Empecé el libro con muchas ganas; es un libro grande, de tapa dura, de los que da gusto leer. Es un libro con mayúsculas, como su autor. Desde la primera página sonreí, mientras me topaba con esas palabras tan puramente castellanas que parece que atrapan y llevan directo a un recuerdo. 
Puñeta, mangante, perendengue, peripatético, insidioso, premura, filfa, vetusto, herrumbroso; algunas de las palabras con las que fui saludando a mi abuelo en cada línea. Descripciones de personajes de hojas enteras, detalladas para el deleite de quién disfruta con el arte de dibujar palabras.
Bruno, con 15 años, no ha vivido una vida corriente; carece de figura paterna y su madre trabaja de sol a sol para sobrevivir. Pero todo está tranquilo en la Barcelona de hace unas décadas hasta que un buen día, su vecina le pide ayuda en su nueva misión; lanzar aviones de papel con hojas del periódico en las que se cuenten buenas noticias. Ella, una viejecita polaca que vivió el exterminio nazi en primera persona, sentada cara al balcón con un loro como compañero de vida. A partir de ahí, Bruno, encargado de encontrar buenas noticias, decide aúnar fuerzas con otros dos chicos que llevan la muerte escrita en la cara. La historia, sencilla de entrada, corta, llena de preciosas ilustraciones y que te deja patas arriba. No diré más, lo acabé en apenas dos días, con la piel de gallina y sabiendo a cierta cierta que hay libros que son obras de arte por fuera y orquestas enteras por dentro; este es uno de ellos. Es uno de esos libros que recomiendo cuando alguien pregunta por un libro para regalar; fácil de leer pero con la complejidad de la vida misma en cada página. ¿Lo conocíais?

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