Another city, another spot, weather, culture, a different way of sipping coffee.
Half a year later. She knew she had to move forward, speed it up, give it a purpose and jump right in all over again– even though she hadn’t settled yet. Compulsive emotions seeker. That’s how she did it, she jumped right it–and she blewed up. Thought if it didn’t work, she could always make it a book.
Six months later she starts to remember that there’s words, there’s pen and paper, there’s always a way, a way out.
Here’s to all that fight small, to all needing ridiculously silly things to find the balance, to all that haven’t realised just yet that they are spinning inside an ugly spiral, until they do. Here’s to opening the eyes, to closing them and finding yourself face to sea. Sand on feet, salty hair.
This is the “Yes, I’ll be back”.
This is the fifth day of making this tiny spot on Earth a home. This time I’m not getting lost on the way. Fancy?
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No es volver, es empezar.
Otra ciudad, otro rincón, otro clima, gente, ritmo de beberse el café.
Medio año después. Ella supo que tenía que mover, acelerar, darle sentido a todo y lanzarse de nuevo, aún sin haberse asentado de todo. Buscadora compulsiva de emociones. Y así fue, saltó– por los aires, pero saltó. Pensó que si no funcionaba, al menos daría para libro.
Ha necesitado seis meses para acordarse que se escribía, que se barajaba la opción B, que se veía la salida.
Esta es una oda a todos aquellos que luchan en pequeñito, a todos aquellos que necesitan cosas estúpidas para encontrar la paz, a todos aquellos que no se dan cuenta que han entrado en un bucle feo de energías tormentosas hasta que se dan. Esta es una oda a abrir los ojos, a cerrarlos y recordarse frente al mar. Con los pies llenos de arena, el pelo de sal.
Esta es la firme promesa de que volveré, que estoy en el quinto día haciendo casa otra vez y esta no me voy a perder en el camino. Por si suena bien.
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